continuación:
Otras grasas que consumimos en nuestra dieta y que influyen en los valores de colesterol en sangre son:
- Los Ácidos grasos saturados: son grasas que están muy relacionadas con el colesterol. Se pueden encontrar en la manteca, leche entera, quesos enteros (cremoso por ej.), queso crema, quesos de rallar o semiduros tipo mar del plata, grasas animales, fiambres y embutidos. Cuando consumimos AGS aumenta el LDL y el COL y baja el HDL.
- Ácidos grasos trans: las empresas los utilizan para lograr consistencia y durabilidad de los productos. Se encuentra principalmente en la margarina y los alimentos elaborados con grasa o aceite vegetal hidrogenado, también en la grasa animal. En los productos elaborados como masas para tarta y empanada, polvos para preparar salsas y sopas cremas, galletitas, productos de panadería y confitería en general, productos de copetín. El efecto de los AGTRANS es similar a los AGS.
- Ácidos grasos poliinsaturados: reducen el colesterol total, son los conocidos S3 y S6 que son ácidos grasos esenciales. Sus fuentes principales son los aceites vegetales y frutos secos (menos maní), pescados, germen de trigo, semillas trituradas (de sésamo, girasol, lino).
- Ácidos grasos monoinsaturados: incluye a los conocidos como S9 , bajan el colesterol total, el LDL, y aumentan el HDL. Son protectores del corazón, sus fuentes principales son aceite de oliva, de canola, carnes magras de cerdo, de ternera y pollo sin piel. Productos elaborados con aceite de girasol alto oleico (S9), frutas secas (no maní).
Cuando nos hacemos un análisis de sangre y el médico encuentra que estos valores (de colesterol total, HDL, LDL) no son normales, debemos tomar recaudos, y cuidar nuestra alimentación, es necesario cambiar algunos hábitos y, es muy importante mantenerlos en el tiempo. El colesterol total deseable es menor a 200 mg/dl. El HDL o colesterol bueno debemos tratar de que esté por encima de 40 mg/dl y el LDL lo más bajo posible. Óptimo sería por debajo de 100.
La diabetes, la obesidad, la hipertensión arterial, las situaciones de estrés, el sedentarismo, la herencia y el consumo excesivo de tabaco y alcohol son factores que influyen en el aumento de colesterol. Es importante controlar el exceso de todas las grasas de la dieta para poder reducirlo, o prevenirlo en el caso que tengamos antecedentes familiares o algunos de estos factores antes nombrados.
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